COMPONENTES DE LOS COSMETICOS
La forma en que cuidamos el cuerpo, tanto por fuera, como por dentro, ha cambiado con el paso del tiempo. En particular el desarrollo de técnicas, que permiten purificar y sintetizar sustancias, ha influido drásticamente.
Tradicionalmente, la aplicación de preparados sobre la piel o el cabello, tenía fines higiénicos, protectores, terapéuticos, e incluso místicos. Estas sustancias se obtenían secando hierbas, exprimiendo frutos, macerando plantas en aceites, cociendo cortezas y realizando infusiones con las diferentes partes vegetales. Así como también utilizando barros, arcillas, carbón, y otras sustancias minerales.
El crecimiento de la industria cosmética priorizó una faceta más estética, y comercial, hasta llegar a enmascarar algunas de las finalidades originales. Ya sea para abaratar costes, como para estandarizar el producto final, ya que las sustancias de síntesis son siempre iguales.
Muchas veces he considerado la cosmética como algo superficial. La necesidad me ha llevado a experimentar en la creación de productos, que actúen desde el exterior hacia el interior. Y en este proceso descubrí que estos preparados, podían considerarse cosméticos, porque trabajan a través de la piel, desde la superficie. Utilizando la cosmética como medio para equilibrarnos, el aspecto estético no pierde valor, sino que se potencia.
Para lograr armonía, considero que sería muy conveniente que la cosmética, y muchas otras disciplinas, retornen a las fuentes naturales. Sin rechazar los conocimientos y procedimientos actuales. De este modo la parte terapéutica (para mí esencial), se recuperaría.
Seamos conscientes de que lo que nos ponemos sobre nuestro cuerpo, es tan importante como lo que comemos.
Para que un preparado cosmético resulte saludable debe contener materias primas de alta calidad.
MATERIAS PRIMAS
ACEITES VEGETALES
Son los aceites extraídos por prensión de un fruto o una semilla (oleaginosa). Si la extracción se realiza por debajo de los 70ºC, se obtiene un aceite extra virgen, virgen extra o de primera prensión en frío.
Pero se produce más aceite, si el fruto es sometido a más temperatura; además si a esto se le agrega el uso de disolventes, el rendimiento aumenta.
Estos tratamientos alteran la calidad y las propiedades de los aceites, que luego tienen que ser desodorizados y neutralizados; el resultado es el aceite refinado, muy poco saludable.
Ejemplos de aceites vegetales utilizados en cosmética:
Aguacate, Almendras, Argán, Arroz, Avellana, Borraja, Comino negro, Germen de trigo, Girasol, Higo chumbo, Jojoba, Macadamia, Nuez de albaricoque, Oliva, Onagra, Ricino, Rosa Mosqueta, Sésamo, Soja.
ACEITES MACERADOS
Se realizan con diferentes partes de las plantas que no producen aceite por prensión. Colocando las mismas sumergida en un aceite de vegetal y dejándolas un tiempo variable, dependiendo de la rigidez del vegetal y del principio activo que se quiere extraer. Se somete a alternancia de reposo-agitación, y a las variaciones térmicas ambientales. Luego se filtra y se usa.
Ejemplos:
Árnica, Caléndula, Hipérico (h. de San Juan), Zanahoria.
ACEITES ESENCIALES Y ESENCIAS
Los aceites esenciales (a.e.) son sustancias complejas; la mayoría se obtienen por destilación con vapor de agua (fase oleosa). Se denominan aceites porque muchos de sus componentes no se disuelven en agua y lo hacen en aceite.
En cosmética se utilizan entre el 0,5-3% dependiendo del a.e. Por seguridad, y para evitar reacciones adversas, lo ideal es no superar el 1%, sobretodo en preparaciones faciales o para personas con piel sensible.
Las esencias se extraen por expresión de la piel de los cítricos*.
Ejemplos:
Abedul, Abeto, Ajedrea, Ajo, Albahaca, Alcanfor, Apio, Árbol de té, Artemisa, Azahar (Neroli), Bálsamo del Perú, Benjuí, Bergamota*, Cajeput, Canela, Cardamomo, Cebolla, Cedro, Cilantro, Ciprés, Citronela, Clavo, Cúrcuma, Enebro, Espliego, Estragón, Eucaliptus, Gaulteria, Geranio, Helicriso (Siempreviva), Hierbabuena, Hierbaluisa, Hinojo, Hisopo, Incienso, Jara, Jengibre, Laurel, Lavanda, Lavandín, Lemongrass, Lentisco, Lima*, Limón*, Mandarina*, Manzanilla, Mejorana, Melisa, Menta, Mirra, Mirto, Naranjo*, Naranjo amargo*, Orégano, Pachuli, Palamarrosa, Palo de Ho, Palo de rosa, Petitgrain, Pimienta negra, Pino, Pomelo*, Ravensara, Ravintsara, Romero, Rosa, Salvia, Sándalo, Tomillo, Verbena exótica, Vetiver, Ylang-ylang y Zanahoria (semillas).
Métodos de Extracción - Producto Obtenido
Destilación - Aceite Esencial
Expresión Directa - Esencia
Macerado en aceite - Oleato
Prensado - Aceite Vegetal
Virginia Tenreiro
La forma en que cuidamos el cuerpo, tanto por fuera, como por dentro, ha cambiado con el paso del tiempo. En particular el desarrollo de técnicas, que permiten purificar y sintetizar sustancias, ha influido drásticamente.
Tradicionalmente, la aplicación de preparados sobre la piel o el cabello, tenía fines higiénicos, protectores, terapéuticos, e incluso místicos. Estas sustancias se obtenían secando hierbas, exprimiendo frutos, macerando plantas en aceites, cociendo cortezas y realizando infusiones con las diferentes partes vegetales. Así como también utilizando barros, arcillas, carbón, y otras sustancias minerales.
El crecimiento de la industria cosmética priorizó una faceta más estética, y comercial, hasta llegar a enmascarar algunas de las finalidades originales. Ya sea para abaratar costes, como para estandarizar el producto final, ya que las sustancias de síntesis son siempre iguales.
Muchas veces he considerado la cosmética como algo superficial. La necesidad me ha llevado a experimentar en la creación de productos, que actúen desde el exterior hacia el interior. Y en este proceso descubrí que estos preparados, podían considerarse cosméticos, porque trabajan a través de la piel, desde la superficie. Utilizando la cosmética como medio para equilibrarnos, el aspecto estético no pierde valor, sino que se potencia.
Para lograr armonía, considero que sería muy conveniente que la cosmética, y muchas otras disciplinas, retornen a las fuentes naturales. Sin rechazar los conocimientos y procedimientos actuales. De este modo la parte terapéutica (para mí esencial), se recuperaría.
Seamos conscientes de que lo que nos ponemos sobre nuestro cuerpo, es tan importante como lo que comemos.
Para que un preparado cosmético resulte saludable debe contener materias primas de alta calidad.
MATERIAS PRIMAS
ACEITES VEGETALES
Son los aceites extraídos por prensión de un fruto o una semilla (oleaginosa). Si la extracción se realiza por debajo de los 70ºC, se obtiene un aceite extra virgen, virgen extra o de primera prensión en frío.
Pero se produce más aceite, si el fruto es sometido a más temperatura; además si a esto se le agrega el uso de disolventes, el rendimiento aumenta.
Estos tratamientos alteran la calidad y las propiedades de los aceites, que luego tienen que ser desodorizados y neutralizados; el resultado es el aceite refinado, muy poco saludable.
Ejemplos de aceites vegetales utilizados en cosmética:
Aguacate, Almendras, Argán, Arroz, Avellana, Borraja, Comino negro, Germen de trigo, Girasol, Higo chumbo, Jojoba, Macadamia, Nuez de albaricoque, Oliva, Onagra, Ricino, Rosa Mosqueta, Sésamo, Soja.
ACEITES MACERADOS
Se realizan con diferentes partes de las plantas que no producen aceite por prensión. Colocando las mismas sumergida en un aceite de vegetal y dejándolas un tiempo variable, dependiendo de la rigidez del vegetal y del principio activo que se quiere extraer. Se somete a alternancia de reposo-agitación, y a las variaciones térmicas ambientales. Luego se filtra y se usa.
Ejemplos:
Árnica, Caléndula, Hipérico (h. de San Juan), Zanahoria.
ACEITES ESENCIALES Y ESENCIAS
Los aceites esenciales (a.e.) son sustancias complejas; la mayoría se obtienen por destilación con vapor de agua (fase oleosa). Se denominan aceites porque muchos de sus componentes no se disuelven en agua y lo hacen en aceite.
En cosmética se utilizan entre el 0,5-3% dependiendo del a.e. Por seguridad, y para evitar reacciones adversas, lo ideal es no superar el 1%, sobretodo en preparaciones faciales o para personas con piel sensible.
Las esencias se extraen por expresión de la piel de los cítricos*.
Ejemplos:
Abedul, Abeto, Ajedrea, Ajo, Albahaca, Alcanfor, Apio, Árbol de té, Artemisa, Azahar (Neroli), Bálsamo del Perú, Benjuí, Bergamota*, Cajeput, Canela, Cardamomo, Cebolla, Cedro, Cilantro, Ciprés, Citronela, Clavo, Cúrcuma, Enebro, Espliego, Estragón, Eucaliptus, Gaulteria, Geranio, Helicriso (Siempreviva), Hierbabuena, Hierbaluisa, Hinojo, Hisopo, Incienso, Jara, Jengibre, Laurel, Lavanda, Lavandín, Lemongrass, Lentisco, Lima*, Limón*, Mandarina*, Manzanilla, Mejorana, Melisa, Menta, Mirra, Mirto, Naranjo*, Naranjo amargo*, Orégano, Pachuli, Palamarrosa, Palo de Ho, Palo de rosa, Petitgrain, Pimienta negra, Pino, Pomelo*, Ravensara, Ravintsara, Romero, Rosa, Salvia, Sándalo, Tomillo, Verbena exótica, Vetiver, Ylang-ylang y Zanahoria (semillas).
Métodos de Extracción - Producto Obtenido
Destilación - Aceite Esencial
Expresión Directa - Esencia
Macerado en aceite - Oleato
Prensado - Aceite Vegetal
Virginia Tenreiro